Volta ao mundo...

Queridos tres lectores (quizá cuatro), dejaré de lado las justificaciones y me enfocaré en relatar los últimos acontecimientos. Como saben las vacaciones han roto todo sentido de rutina y ritual, pero no han dejado que terminen las actividades. Antes de salir de Dowagiac tuvimos una interesante visita a un refugio para mujeres y niños de la calle. Como voluntarios fuimos dispuestos a congelar nuestras manitas con tal de ayudar en lo que se necesitara. Tuvimos una larga conversación con la gente que maneja el refugio, pues queríamos ver cada cuarto para entender (en medida de lo posible) la situación de pobreza que se vive en Estados Unidos; lo que percibimos es que, a diferencia de la pobreza que se vive en Latinoamérica, en este país el pobre come y mendiga, algunos de los niños logran ir y venir a la escuela, pero la mayoría terminan en la calle junto con sus padres; el problema principal es que la calle estos días es muy fría, ningún ser humano puede dormir sobre la nieve en la banqueta, por ello buscan refugios en los que puedan calentarse un poco antes de salir de nuevo, pues en este refugio no pueden estar durante el día, sólo pueden ir para comer y dormir. El gobierno tiene otros refugios durante el invierno, pero según esta ONG no tienen suficiente espacio y dentro de ellos se vive mucha hostilidad y mucho rechazo hacia las mujeres y los niños, sobre todo por el problema de drogas y alcoholismo latente en el entorno.

Después de tremenda charla nos mandaron a la tienda de ropa de segunda mano que  la misma organización tiene y con la que sustenta los gastos del refugio. En la tienda tuvimos que cargar y cargar y cargar cajas llenas de libros. Actividad que no sólo dejó rastro físico en el dolor muscular, sino que también puso en mis manos un ejemplar de Letters From Young Activists: Today's Rebels Speak Out. Como ya se imaginarán, lo que igual y no es joyita sí es casualidad, pues este libro podría parecer (a simple vista) necesario o ad hoc para los que estamos en esta lucha, caminando por esta vereda de wannabe super-héroes. Ya les diré qué tanto se entromete la lectura en mi vida diaria.

La cuenta de los años siempre me ha causado mucha curiosidad. Eso de decidir cuándo comienza la vuelta al sol y cuando termina, me hace mucho ruido, me provoca. Lo que puedo decir es que la emoción y el dejo de incertidumbre que me da saber que comienzo el entrenamiento y la recaudación de fondos para mi viaje a Brasil, me llenan el pecho de aire, de uno sin comprimir, sin reconocimiento.

Como buen comienzo y como parte del proceso, me puse a escribir, así que un buen amigo publicó un texto mío en su blog, el cual tiene unos cinco mil lectores, pocos más que La vida groupie o Mudez. Les dejo el link aquí para que lo lean y si tienen ganas de comentarlo pueden hacerlo de vuelta aquí.

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Ô nega que vende aí?

Los días todavía no son tan ocupados, pero aún así el tiempo desaparece y parece no darnos el espacio necesario. Aquí a comenzado a caer la nieve, la más blanca que he visto.

Los equipos en entrenamiento han salido a recaudar fondos y nos han dejado solos a los que estamos en el programa de Development in Action y a los profesores, lo cual ha incrementado el trabajo en la escuela y las responsabilidades, pues normalmente los participantes que están en cada equipo son los que se encargan de comprar la comida, hacer el menú, hacer el horario de limpieza, comprar lo necesario para ello, organizar los viernes de construcción, etcétera. Entonces cabe decir que "a falta de pan: tortillas". Nos tenemos que hacer responsables nosotros, los que estamos aquí como voluntarios haciendo promoción o recolección de ropa, esperando que comience nuestro equipo y cumpliendo con un horario a cambio de la beca que nos otorgó la escuela. Así es que nos tocó ir a comprar la comida para la semana. Uno podría pensar que es una tarea sencilla, pero sinceramente comprar comida para quince personas en un país que no conoces y con una moneda que no sabes exactamente cuánto vale, es algo complicado. Hoy es viernes y ya no hay leche de soya, yoghurt, huevos, fruta, verduras... así que tendremos que volver hoy y ajustarnos al presupuesto, ver qué da para comprar. Cabe mencionar que las costumbres en la escuela las estamos tratando de cambiar (eso lo redacté raro ¿verdad?) pues vimos una película que nos hizo reflexionar y que les quiero pasar y casi casi obligar a que vean; el título es FOOD INC. es un documental súper interesante del origen de la comida y de la industria tan terrible que nos controla. Vale más que la pena ver cómo tratan a los pollos que nos comemos, ver cómo viven las vacas que comen maíz para engordarlas, siendo que su naturaleza es herbívora y que no deberían más que comer pasto (!), ver cómo maltratan a los mexicanos que trabajan en la industria alimenticia en EU... ¡véanla!

Por un lado está la comida y la escuela solitaria y la nieve, la nieve, la nieve. Por otro lado está la pobreza y nosotros aquí tratando de crear soluciones para el mundo, conscientes de que no podemos cambiarlo todo de tajo.

La próxima semana esperamos comenzar con dos proyectos interesantes: la composta con gusanos en el interior de la escuela (la que tenemos afuera ya se congeló) y el germinado en interiores. Con esto esperamos conocer más sobre los métodos para crear nuestra propia comida, ser autosustentables y estar mejor nutridos. En los proyectos en África y Latinoamérica difundimos las huertas como soluciones inmediatas y enseñamos a los pobres a utilizar la composta, por ello lo estudiamos en la escuela. Ya les contaré cómo nos va con estas cosas, por mi parte estoy encargándome de los germinados, pues ya encargué las semillas de alfalfa y de más... si todo sale bien les reportaré los resultados para incentivarlos a que lo hagan también en casa.

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